VIENTO DE VERANO
Tumbado en una hamaca
con los pies descalzos
unos pantalones cortos
sin ninguna preocupación
una taza de kukicha fría
en una noche de verano.
Observo el cielo en llamas
rojo, naranja y rosa
abrasador, ígneo
como para enfatizar
la condición del mundo
que a todos nos rodea.
En el silencio de la noche
siento una brisa ligera
como una suave sonrisa
brazos reconfortantes
me abrazan con fuerza
dulce y cariñosamente.
Sencillez, belleza y paz
pueden armonizar
no importa la edad
esa sensación unida
a la profunda sutileza
de un viento de verano.
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