SER O NO SER. MORIR, DORMIR... TAL VEZ SOÑAR

No debería importarte cómo hable, ni el color de mi piel, ni cómo rezo, en qué dios creo o dejo de creer, ni qué comida me apetece, o qué ropa me gustaría llevar. No deberías juzgar mi estilo, el pelo que llevo con o sin trenzas, rizado o no. No debería importarte si soy rico o pobre, o si soy joven o viejo. 


Veo el mismo sol que tú ves y puedo sentir el mismo frío que puedes sentir tú. Deberías acercarte, sentarte a mi lado y te darías cuenta que podríamos mantener una conversación. Podrías hablarme de tu hogar, dónde naciste, creciste, de tus estudios, amigos, juegos, aficiones, viajes. Para un refugiado, hogar y amigos son también esenciales.


Las rosas pueden ser rojas, amarillas, rosadas o blancas, pero seguirán siendo rosas. El cabello puede ser rubio, castaño, negro o pelirrojo, pero seguirá siendo pelo. Entonces, ¿por qué no podemos ser rojos, marrones, negros, caucásicos o amarillos y poder trabajar, disfrutar o viajar, o sea vivir?.


No olvides que en todos los países han existido, existen y seguirán existiendo la migración, emigración o inmigración, ya sea por conflictos bélicos, hambre o cambio climático. Todos, sin distinción, somos seres humanos y no importa el ADN que llevemos dentro.

Comentarios

Entradas populares de este blog

JUGUETES ROTOS

ACTO DE CONTRICIÓN

LAURA