RÍO SIN RETORNO

Camino de la cima pude escuchar como fluían las aguas de un río salvaje. Sentí paz y calma observando a lo lejos el pico de la montaña. Un escapar de la vida llena de inquietudes. Sosiego, placidez, quietud.  Situaciones y lugares ya conocidos que me hacían sentir como en casa. Me dejé llevar por el ritmo de su corriente, mientras subía hacia el pico de la montaña. Río, desconoces tu propio poder, cultivando, dando vida. Tus aguas pueden limpiar la suciedad, curar viejas heridas. Decido sentarme en la orilla para tocarte, noto cómo te deslizas entre mis dedos, me quito las botas y meto los pies, camino con cuidado sobre las rocas de un lado a otro, bajas con fuerza. A punto de resbalar, me gustaría caer y ser arrastrado dando vueltas dentro de ti hasta llegar al mar. Imagino que eres peligrosamente profundo, he sentido tus lugares más oscuros. Caminaré a tu lado, escucharé tu hermoso fluir hasta el lugar de tu nacimiento.

Comentarios

Entradas populares de este blog

JUGUETES ROTOS

ACTO DE CONTRICIÓN

LAURA