DÉJÀ VU

Tengo que hacer a mi hija llorar, recordarle que durante el trágico conflicto bélico que enfrentó a los españoles durante la guerra civil, sus hermanos nunca me visitaron. Siempre estuve a su lado, quien les puso la comida en la mesa, quién pudo facilitarles ropa en días difíciles, protegerlos de la dura realidad del conflicto armado. El mundo del que pronto partiré, está lleno de soledad, desamor y enfermedades causadas por el hombre. 

Mientras la nieve húmeda se colaba en mis viejas botas marrones y ellos saboreaban sus platos de sopa, estuve a su lado, nunca me moví. No quiero que pasen por mi tumba a llorar, durante muchos años me evitaron, noches de tristeza que no puedo olvidar. Llega el final de mi viaje, no necesito falsas lágrimas. Hija mía, que las nubes lloren por mí mientras ríos y cuervos se solidarizan. ¿Acaso a los caballos les molesta la lluvia o las tormentas? La niebla me rodea como una tela blanca. No necesito más oraciones, ni más lágrimas.

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