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Mostrando entradas de mayo, 2025

LAS PUERTAS DE UN LIBRO

Dedicado a mi buena amiga Silvia Campos, compañera de trabajo y una excelente ilustradora de libros. Me anticipo al 31 de mayo para desearte FELIZ CUMPLEAÑOS. Abre sus puertas y podrás reír Llorar y soñar despierto  Podrás sentir lo que quieras Conocer personajes y lugares Observa a este personaje  Y su cara de satisfacción Sostiene una rosa Y un libro en sus manos Amigos para toda la vida Tantos libros y tan poco tiempo.

PER LEI. "LA MIA VITA SENZA TE NON HA SENSO". FIRMATO LUI

Versos, poemas y palabras Qué versos, poemas y qué palabras Se pueden decir, imaginar, pensar Sollozos, alegrías, gritos y susurros Qué sollozos, alegrías y qué susurros  Se pueden expresar, enumerar, contar Vaciedad, soledad, ternura, necedad Compasión, locura infinita, conmiseración  Ser amado, amante, querido, venerado  Puede ser apreciado, a veces derrotado Batalla no perdida pero batalla al fin Sin amigos y sin enemigos cercanos Dispersos por do quiera, dondequiera Es alegría, es tristeza el poder imaginar Cómo arde la hoguera de las vanidades Vida al fin, pasatiempos en definitiva  Podría ser principio, comienzo, un clamor.

LIÉBANA. PICO BISTRUEY

El valle estaba en silencio, salvo el suave y cambiante sonido de sus cascos cayendo sobre el suelo. Mientras el sol moría en las tranquilas sombras crepusculares, allí se encontraba de pie entre la niebla y con su majestuoso pelaje blanco. Relinchando para que cabalgara sobre su lomo, desaparecimos hacia un reino secreto y desconocido donde nadie podría seguir sus pasos. Acaricié su aterciopelado, cálido hocico y sentí el sutil roce de su aliento.  Cabalgamos como uno solo, nuestra amistad y confianza mutuas se habían convertido en una sinergia insuperable. La luz de la luna se filtraba entre los frondosos árboles mientras la oscuridad envolvía el cielo estrellado. De repente, nos encontramos rodeados por el resplandor de unas mariposas Nacaradas y nos recibieron cálidamente en su santuario sagrado, me sentí cautivado por su belleza cántabra. Me entró un sueño profundo y más tarde me desperté con el leve sonido de cascos al amanecer, acompañado de una suave bufido y el vuelo de la...

HETEROCROMÍA

Mi ojo izquierdo de color verde, ve las cosas normales. Ve un charco, el cielo, una piedra, observa pájaros volando. Puede detectar una sola lágrima, puede ver las grietas detrás de una sonrisa y reconoce lo honesto y sincero. Observa en silencio todo el tiempo.  Mi ojo derecho de color marrón, ve las cosas extrañas. Ve un dragón en un árbol, confunde un charco con un océano y asegura que las ardillas beben tazas de té. Le encanta contar cuentos chinos, ve un barco donde hay un automóvil, ve árboles danzantes, caracoles parlantes y un cielo azul más profundo. Uno al lado del otro comparten mi rostro, ven un mundo extraño donde los relojes pueden derretirse y las flores corren, pero el amor continúa con ellos y juntos guían mi corazón. Dicho lo cual, veo el mundo con ojos gemelos, aunque distintos tonos de color.

DÉJÀ VU

Tengo que hacer a mi hija llorar, recordarle que durante el trágico conflicto bélico que enfrentó a los españoles durante la guerra civil, sus hermanos nunca me visitaron. Siempre estuve a su lado, quien les puso la comida en la mesa, quién pudo facilitarles ropa en días difíciles, protegerlos de la dura realidad del conflicto armado. El mundo del que pronto partiré, está lleno de soledad, desamor y enfermedades causadas por el hombre.  Mientras la nieve húmeda se colaba en mis viejas botas marrones y ellos saboreaban sus platos de sopa, estuve a su lado, nunca me moví. No quiero que pasen por mi tumba a llorar, durante muchos años me evitaron, noches de tristeza que no puedo olvidar. Llega el final de mi viaje, no necesito falsas lágrimas. Hija mía, que las nubes lloren por mí mientras ríos y cuervos se solidarizan. ¿Acaso a los caballos les molesta la lluvia o las tormentas? La niebla me rodea como una tela blanca. No necesito más oraciones, ni más lágrimas.

ATARDECER ÁUREO

El mar dorado se extiende como un espejo bajo los cielos dorados. Los acantilados como nubes, las nubes como acantilados, diluidos, flotan. A mitad de camino de inundaciones se balancea silenciosamente la barca. El mar no es más que otro cielo, el cielo también es un mar. Y cuál es la tierra y cuál es el cielo, el ojo apenas puede distinguirlo.  Así que cuando la última hora de mi vida lentamente pase a su fin, la tierra y el cielo se fundan. Inundados de luz, los espíritus floten, con silencioso éxtasis resplandezcan hasta donde termine la tierra y comience el cielo. Mi aristotélica alma apenas se enterará.