PASIÓN QUIMÉRICA
Estuve soñando contigo anoche, aunque es posible que nunca nos encontremos. Me podrías reconocer por mis mocasines color marrón jacinto. Te acompañaría por calles estrechas de una pequeña ciudad, donde los currawongs con sus bellos cantos llaman al anochecer y las ramas de los árboles se mecen con el viento. Te susurraria los secretos de enredaderas que se muestran a lo largo de la valla y que la primavera trae con su delicado color verde. Tu pena nunca será del color de ellas y tu alegría como la euforia que traen. Te enseñaría a cantar con suaves caricias, bailar sobre una alfombra de hojas con suaves arrullos. Nadie conocería nuestras íntimas señales, cada pequeño gesto nos guiaría por la insondable senda de la vida.
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