MI AMIGO OAKI
Hace tiempo que conocí a mi amigo Oaki, un troll. Me lo encontré un día sentado debajo de un puente y estaba muy triste. Lo habían echado de la montaña por tener dos ojos, los trolls suelen tener un sólo ojo en mitad de la frente. A mi amigo y desafortunado troll tampoco le había crecido un pequeño arbusto en su larga nariz con la que podría pescar enérgicamente truchas bajo el agua. Le gusta observar las cabras pastando en el banco de arena, tiene fobia a los cuernos y no le gusta cómo apestan. A mí amigo Oaki le gustan mucho los zapatos de paja y le sugerí fabricara zapatos y los vendiera a las esposas de los granjeros, se haría famoso. Lo hizo tan bien que en su larga nariz creció un rosal, pero ya no pudo pescar truchas. Cuando otros trolls se enteraron de esto, le invitaron al interior de la montaña. A los trolls les gustan los zapatos mullidos y las rosas.
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