LA NANA

Se conocieron un día otoñal. Ella llevaba gafas de concha negra, se parecía a la cantante Nana Mouskouri. Tenía un aire intelectual, caminaba con estilo. Su mirada  era alegre y penetrante. Aquello fue un flechazo. Estaba separada de un diplomático, de ahí sus aires al caminar. Pasados unos días notó algo raro en ella. Sus bellos ojos que escondía detrás de sus gafas de concha negra, habían perdido su magia. Quería retocarse los labios, aunque no lo necesitaba. Su caminar se volvió más provocador. Pasado un tiempo, dejaron de verse. Ella quiso recuperar sus gafas negras, sus jugosos y sensuales labios. Su magia se había evaporado. Él sigue escuchando a Mouskouri.

Comentarios

Entradas populares de este blog

JUGUETES ROTOS

ACTO DE CONTRICIÓN

LAURA