BUTACA DE PATIO

                                                                                          

La Sala Berlanga, antes Cine California, se inauguró en 2010. Muchas salas han desaparecido, pero afortunadamente el Cine California resurgió de sus cenizas. Cómo disfrutaba del cine. Cerca del colegio y de la casa de mis padres, la Complutense, bares populares con cerveza, bravas y mejillones. Siempre fui un cinéfilo, y disfruté con los mejores realizadores del Séptimo Arte: Ford, Hawks, Von Sternberg, Berlanga, Fellini, Hitchcock, Visconti, Bardem, mi admirado Orson Welles, Kurosawa, Pasolini, Huston, Buñuel. Más  adelante, estudié en una Escuela de Cine el montaje, lenguaje cinematográfico, planos y secuencias que se sucedían en una tela blanca, bajo la mirada de la censura y el beso casto. 

Una prima hermana de la protagonista que luego descubres que es amante, un amante escondido en el armario, juegos entre amigos íntimos que eran amantes que ni la jerarquía eclesiástica, ni la censura política permitía, 'Yo Confieso'. Con mis amigos hacíamos escapadas con las pocas pesetas que a escondidas nos daban. Polos de menta, 'Fresas Salvajes', pipas, 'Los Girasoles', 'Terra Trema', 'La Diligencia'. Mi querida Norma Jean M. M. y la admirada Ava Gardner que apareció por mi barrio siendo yo infante, del brazo del torero y La Voz celoso, menuda competencia. Vietnam y su odiada batalla, 'Apocalypse Now', pero magnífica película.

Butacas de terciopelo barato de variados colores. A oscuras, un roce, olor a veces acre de aromas tropicales baratos, butacas gastadas por el sudor, fila del manco, beso furtivo. La linterna del acomodador siempre vigilante. 'Murieron con las Botas Puestas'. 

Butaca de patio procura resistir. 'Platoon' ¡fuego!'.

The End