divagaciones

Puedo escribirte una canción Dedicarte unas líneas  Recuerdo cuando llegaste Con el misterio de la vida Inquietos tus ojos, tus manos Con tu preciosa sonrisa Llenaste todos mis acordes Con cada nota de tu nombre... Laura. Me es muy difícil olvidar Cuantos escenarios vividos Angustia hoy, alegría del mañana  Nunca ha faltado tu aliento Que te acompañen los pájaros Que te acaricien las estrellas En un rincón estará tu voz Estará escondido tu sonido... Laura.

Necesito tu calor, rodearte con mis brazos. Relajación, comienzo un viaje por tu atlas geográfico, tu sensual cuerpo. Como poesía en movimiento. Poder escuchar tus suspiros, tu alegría, tu sonrisa placentera. Un largo viaje a través de tu atlas geográfico lleno de tu aroma, tus besos, tu piel, suspiros. Una noche que será casi eterna. Amanecerá y llegarás a una meta plena de placeres. 

Mientras que la estrella sale a brillar, el viento cruje la tierra con su suave remolino y la luz de la luna atraviesa tu habitación, estoy pensando en tí. Cuando el sol envía su saludo matutino, los pájaros gorjean y vuelan en picado por el cielo y las hojas de los árboles bailan por el aire, estoy pensando en tí. Mientras las sombras del crepúsculo ya comienzan a caer, el aire de la tarde comienza a enfriarse y los grillos comienzan su dulce coro vespertino, estoy pensando en tí. Justo cuando cae la hora más oscura de la noche, cuando el mundo está en silencio y no se escucha nada y el país de los sueños te acompaña, sigo pensando en tí.

Primero derramé una sola lágrima porque estábamos separados queriendo estar contigo muy cerca de tí. La segunda lágrima que derramé realmente fue una lágrima solitaria mi cuerpo adormecido mi corazón empezó dolorido. Derramé una tercera lágrima queriendo sentirte más cerca saborear tus besos tus labios en los míos. La cuarta lágrima que derramé fue pensando en tí por la noche me abrazabas fuertemente agarré mi almohada con fuerza. Otra quinta lágrima que derramé empapó mi funda de almohada mi mente iba a la deriva sin tomar ningún rumbo fijo. Derramé una sexta lágrima  pensamientos muy profundos soñaba y soñaba contigo mientras me quedaba dormido.

No es sólo tu conversación que me mantiene atento, sino la forma en que me miras, es todo lo que me haces sentir. Son los pequeños detalles. No es sólo tu sentido del humor, es también el roce de tu mano, lo que siento por dentro, las cosas que no se dicen. Son todos los pequeños detalles. No es sólo cuando hablamos, es todo lo que me enseñas, el tiempo que pasamos solos, aunque fuera un silencio absoluto. Son todos los pequeños detalles.