Mi querida sobrina Carlota, te he recordado al ver este vídeo por doble motivo. Por un lado, he recordado tus juegos solitarios, tus sonrisas a veces apagadas, otras alegres, tu mundo interior, tu afición musical, esa lucha por la vida y el querer participar del mismo trozo de pastel que el resto de los mortales y a pesar de que las cosas van cambiando lentamente, todavía quedan lagunas y rechazos, propio de una sociedad que parece entender que la perfección y la lucha de poder y ser el mejor es el único objetivo, sin pararse a pensar que estamos todos en el mismo barco y que hay otras personas, como tú y como el niño del vídeo que necesitan mucho cariño. Tu madre te lo está dando y tus hermanos también. Por otro lado, al ver en el vídeo ese perro que pacientemente busca el contacto y el cariño de su protagonista, me he acordado de Chico, tu compañero. Carlota, hay seres humanos que desprecian a los animales, y en particular a los perros, cuando precisamente se han sacrificado, han da